La hipermetropía es una alteración de la vista que se debe a un error al enfocar la imagen. Los objetos se enfocará por detrás de la retina. Una persona con hipermetropismo se caracteriza por ver borrosos los elementos cercanos.
Esta anomalía de la vista se produce cuando la forma del ojo varía de redonda a achatada en el fondo o mismamente es más pequeño de lo normal, lo que provoca, como hemos dicho antes, que la imagen se forma detrás de la retina.
Entre los síntomas de esta patología, además de no ver con nitidez los elementos cercanos, encontramos dolor de cabeza, párpados rojos o torcedura de ojos, entro otros.
No se trata de un problema sin solución, sino que con el uso de gafas se da por combatido. Estas gafas será convexas, frente a las cóncavas que se utilizarán en el caso de la miopía. Además, llegada a una edad también se puede recurrir a la cirugía.
En esta imagen se aprecia el cambio de enfoque en un ojo con hipermetropía y su corrección (enfoque normal) con el uso de gafas convexas. |
Cuando aparece en niños, el pronóstico es positivo, ya que suele corregirse con el paso del tiempo. Al nacer, las mayoría de bebés son hipermetropes, pero el cristalino contrarresta el efecto gracias a su flexibilidad.
En el siguiente enlace podréis leer un estudio sobre la prevalencia de los errores refractivos del ojo en la población mediterránea española. Como conclusión podemos decir que de estos problemas el más habitual en los niños es la hipermetropía, grupo mayoritario que la padece (de 1 a 10 años).
En el siguiente vídeo se resume la patología del ojo en si, para aclarar conceptos a cerca de la hipermetropía.
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