Los neuroblastomas son tumores malignos de localización extracraneal en tejidos pertenecientes al sistema nervioso simpático, tales como los de las glándulas suprarrenales, cuello, tórax o médula espinal, aunque también pueden expandirse a tejido óseo. De este modo se pueden definir cuatro áreas anatómicas de aparición de los neuroblastomas, los cuales presentan los siguientes datos de prevalencia.
Son tumores caracterizados como sólidos, de modo que no presentan áreas quísticas ni con acumulaciones de líquidos.
Aunque se constituye como un proceso canceroso poco frecuente, es común que los niños afectados y diagnosticados sean menores de 5 años. En cuanto a las causas, suele asociarse a una predisposición genética relacionada con proceso mutacionales.
En cuanto a manifestaciones clínicas, lo más común es la aparición de una masa abdominal de la cual se derivan el resto de signos y síntomas.
También podrá presentarse protusión y pequeñas extravasaciones de sangre en el globo ocular, fiebre, hipertensión o anemia. En caso de metástasis podrá presentarse dolor óseo o bajos niveles de eritrocitos, leucocitos y plaquetas, lo que se conoce como pancitopenia.
Para llegar a un diagnóstico concluyente podrán llevarse a cabo los siguientes análisis y procedimientos:
- Imágenes de la masa tumoral obtenidas a partir de TACs (tomografía axial computarizada) o resonancias magnéticas con contrastes.
- Presencia de metabolitos de catecolaminas en orina.
- Biopsias: extracción de una pequeña parte del tejido tumoral con el objetivo de obtener datos histológicos necesarios para el diagnóstico.
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