En lactantes y niños es muy frecuente que se produzcan este tipo de lesiones: los peligros existen y a veces es muy fácil exponerse a ellos.
Cuando hablamos de quemaduras lo primero que se nos viene a la cabeza es: fuego, sin embargo, las quemaduras se pueden producir por múltiples causas como por ejemplo una exposición muy prolongada al sol o quemaduras por agentes químicos o por escadadura.
Desde este blog, queremos ayudaros a que tengáis unas nociones básicas de qué hacer en caso de que le suceda a vuestro hijo o que se os de el caso y podáis así echar una mano:
¡Primer paso a realizar!
1. Evaluar la gravedad de la quemadura para decidir de que forma actuar. Si la quemadura es realmente grave lo mejor será acudir al centro de salud más cercano. Debemos evaluar:
- Extensión
- Localización
- Profundidad
En función de las características, las quemaduras se agrupan en tres grupos:
- Quemaduras de primer grado: son quemaduras superficiales, suelen estar enrojecidas e inflamadas y son dolorosas al tacto. No hay presencia de ampollas. Ejemplo: quemaduras solares leves.
- Quemaduras de segundo grado: estas quemaduras ya afectan a la dermis y se forman ampollas que contienen el líquido procedente de los tejidos que se encuentran dañados. Producen mucho dolor y necesitan por lo tanto asistencia sanitaria.
- Quemaduras de tercer grado: son las más graves ya que todas las capas de la piel se ven afectadas, pudiendo llegar incluso al músculo y vasos sanguíneos. Estas quemaduras no duelen ya que los nervios también se encuentran afectados. Estas quemaduras requieren atención sanitaria de inmediato y un riguroso control de los signos vitales del niño.
Llegamos al segundo paso, ¿cómo actuamos ante ellas?
Dependiendo de si se trate de una quemadura u otra tendremos que actuar de maneras diferentes:
-Quemaduras térmicas, de contacto o por productos químicos:
Enfriamos la herida hasta que el dolor remita. Si la ropa de nuestro hijo se ha adherido a ella... ¡ni se te ocurra quitársela! Retira solo lo que puedas y cubre la quemadura con apósitos y gasas mojados, nada de pomadas ni jabones. Mantén a tu hijo bien abrigado hasta que llegue la asistencia sanitaria que necesita.
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