Estas últimas entradas han sido dedicadas a enfermedades crónicas que aparecen en edades tempranas cada vez con mayor frecuencia, como por ejemplo la obesidad o la diabetes. Uno de los factores de riesgo que contribuye a la aparición de dichas patologías son las dietas malsanas.
Como ya se ha indicado en la entrada que trata la obesidad, hemos visto que las dietas hipercalóricas y ricas en azúcares suponen un ejemplo de dietas inadecuadas para estas edades.
El seguimiento de una dieta sana y equilibrada en la infancia permite un óptimo desarrollo del sistema nervioso y el correcto crecimiento del sistema músculoesqueletico del niño o niña.
Por lo tanto será adecuado indicar lo que se considera una dieta sana y lo que en realidad ingieren los niños día a día y cada vez con mayor frecuencia.
Se analizará en primer lugar las consideraciones nutricionales más importantes en relación con la etapa infantil.
Por lo tanto será adecuado indicar lo que se considera una dieta sana y lo que en realidad ingieren los niños día a día y cada vez con mayor frecuencia.
Se analizará en primer lugar las consideraciones nutricionales más importantes en relación con la etapa infantil.
- Durante el primer año de vida: la lactancia materna es la principal fuente de energía que permite el correcto desarrollo del organismo. La leche también supone una barrera frente a infecciones para el niño, debido a su contenido en antibacterianos e inmunoglobulinas. En esta etapa el bebé aumenta 3 veces su peso y el 50% de su altura.
- En torno a los 6 meses de vida se incorporan alimentos sólidos, a modo de complemento. En general se sigue la siguiente orden en cuanto a la introducción de los alimentos: cereales - purés de frutas y verduras - carne. Los alimentos que son susceptibles de producir alergias (huevo, pescado...) serán incorporados tras pasar el año de edad.
- Entre 1 - 3 años se permite la elección entre una variedad de alimentos, adaptados a los gustos de los niños, pero nunca dejando de lado la calidad energética de cada alimento.
- Edad escolar: en esta etapa disminuyen los requerimientos energéticos, a pesar de que el número de calorías necesarias a ingerir sigue el camino inverso, es decir, aumentan sus necesidades calóricas.
Será adecuado la ingesta de alimentos ricos en hidratos de carbono, también deberán incluirse frutas y verduras en las dietas, así como productos lácteos, carnes magras, pescado, aves de corral... Todos ellos permitirán un crecimiento y desarrollo de los sistemas controlado y correcto. También será importante llevar a cabo una correcta hidratación.
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