Los huesos de los niños no son iguales que los de los adultos. Presentan tanto diferencias anatómicas como fisiológicas y todas ellas tienen una explicación, ellos están creciendo.
En esta entrada os hablaré de las fracturas óseas, algo muy común en los pequeños.
En primer lugar, diferenciaremos los tipos de fracturas. Las más destacadas son:
- Transversales:trazada en perpendicular al eje longitudinal del hueso.
- Lineales o longitudinales: trazada sobre el eje longitudinal del hueso.
- Oblicuas: su trazado es de 30 a 45 grados en relación al eje longitudinal.
- Espiroideas: trazado torsional en una zona de la diáfisis.
- De tallo verde: el hueso se fractura pero una parte de cortical y periostio permanece intacta en el lado de compresión. Esta fractura es una de las más típicas en el niño.
- Conminutas: trazado en diferentes direcciones, crea fragmentos de distintos tamaños.
- Impactadas:el hueso trabecular y cortical se rompen juntos.
Estos problemas se detectan gracias a pruebas como las radiografías principalmente, aunque también se utilizan las tomografías computarizadas, las resonancias magnéticas, las ecografías y las artrografías.
Las medidas que se adoptan habitualmente son: inmobilización de la zona afectada y, en casos más graves, habría que recurrir a la cirugía.
La curación de las fracturas es un proceso complejo. En primer lugar, se formará un hematoma debido al desgarro de los vasos sanguíneos del hueso y de los tejidos circundantes, para después producirse inflamación y dolor. En segundo lugar, se forma un callo cartilaginoso en el lugar de la fractura, los fibroblastos se diferencian en condroblastos y se forma una matriz cartilaginosa y crecen nuevos capilares y las células fagocíticas eliminan los restos: callo cartilaginoso + tejido de granulación. Seguidamente, se forma un callo óseo a la tercera o cuarta semana de producirse la fractura. Por último, tendrá lugar la remodelación del hueso, de forma que la zona sustituida será parecida a la anterior.
En esta imagen podéis apreciar los pasos de la reparación del hueso tras una fractura. |
En los siguientes gráficos podemos apreciar la frecuencia de fracturas según la edad de los niños y los lugares donde se producen más frecuentemente. Las fracturas óseas más frecuentes en niños son:
- Antebrazo: cúbito y radio
- Húmero
- Mano
- Tibia
- Peroné
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